1999-2003 Palacio de Ferias y Congresos
El Palacio de Ferias y Congresos de Málaga se proyecta como un contenedor-multiusos para las actividades terciarias relacionadas con la celebración de ferias de muestras, congresos y exposiciones. Con ello, la ciudad de Málaga estructura y refuerza su capitalidad sobre la conurbación de la Costa del Sol, al centralizar los flujos del desarrollo económico, social […]
El Palacio de Ferias y Congresos de Málaga se proyecta como un contenedor-multiusos para las actividades terciarias relacionadas con la celebración de ferias de muestras, congresos y exposiciones. Con ello, la ciudad de Málaga estructura y refuerza su capitalidad sobre la conurbación de la Costa del Sol, al centralizar los flujos del desarrollo económico, social y cultural, que durante muchos años le habían permanecido ajenos, y este sentido suma un equipamiento de primer orden, referente entre los edificios de su tipología dentro del panorama nacional.
Situándose junto a la Ronda Oeste, una de las principales arterias de comunicación urbana del área metropolitana de Málaga, este edificio se ha convertido tanto por su escala como por su singularidad arquitectónica, determinada por el propio proceso constructivo, en una parte inseparable del paisaje de la ciudad.
La idea de proyecto parte de la necesidad de una flexibilidad total del espacio, en cuanto a la adaptación de sus instalaciones para cualquier tipo de evento relacionado con las ferias de muestras y congresos, planteando satisfacer todo tipo de requerimientos tanto en un ámbito nacional como internacional.
Para garantizar la versatilidad del edificio, el programa de usos se enriquece con espacios específicos para el desarrollo de actividades complementarias, de tipo logístico, administrativo y corporativo, así como con elementos característicos de este tipo de eventos como es la zona de accesos y aparcamiento de vehículos, que garantiza el adecuado funcionamiento de este equipamiento en relación con la importante afluencia previsible de visitantes.
Partiendo de un estudio pormenorizado del programa funcional, se proyecta un edificio contenedor de marcado carácter horizontal estructurado en dos módulos de exposición interconectados mediante un patio central, con capacidad a su vez de convertirse en tercer espacio de exposición, al tiempo que permite el funcionamiento conjunto o separado de los módulos. Como contrapunto vertical se desarrolla un módulo en altura destinado a oficinas. Las canalizaciones de infraestructuras e instalaciones, que deben maximizar las opciones de uso, se localizan en amplias calles subterráneas, con dimensión suficiente para la entrada de maquinaria en caso de averías, pero sin dificultar en ningún caso el funcionamiento de los espacios de exposición.
Para cubrir estos espacios se proyecta un juego de cubiertas ondulantes, irregulares y aristadas, recubiertas de planchas de titanio en los diversos volúmenes que componen la torre de oficinas y mediante una cubierta ligera de zinc en los módulos de exposiciones. La estructura metálica que soporta la cubrición, como esqueleto que da forma al volumen exterior, y como estructura vista hacia el interior, se convierte de esta manera en elemento clave del proyecto, caracterizando los espacios expositivos, mediante elementos lineales de gran lirismo que, en sus formas ondulantes desarrolladas por la superposición de espinas, incorpora el tema del color en los espacios interiores generados por la arquitectura.
Adentrándonos en el edificio, en planta baja se localizan los espacios principales del complejo, cuyos elementos fundamentales son los módulos de exposiciones, situados en torno a un patio, ubicado inmediatamente después del vestíbulo principal de acceso. Desde la galería que rodea el patio se accede también a la zona de salas de conferencias, sumando entre todas ellas un aforo de dos mil cuatrocientas personas. Como zonas de servicio a los elementos indicados se sitúan las zonas de cafetería y comida rápida vinculadas a los módulos de exposiciones, así como el restaurante, ubicado al oeste del vestíbulo principal.
En la entreplanta se dispone una zona de despachos y salas de reuniones complementarias, así como un ala técnica al servicio de las zonas de mantenimiento. Y situadas sobre la zona de salas de convenciones, aunque con posibilidad de acceso independiente, se ubican las oficinas principales del complejo, que se configuran exteriormente como una superposición de fragmentos arquitectónicos, dando como resultado uno de los elementos más significativos del edificio.
En este edificio, Asenjo y Asociados propone un buque urbano cuya imagen mediática se proyecta sobre el entorno en que se implanta, configurándolo con la elegancia que merece su simbólico papel, al estar situado en la visual de uno de los principales ejes de comunicación de la ciudad, como es la Ronda Oeste de Málaga.
Desde la visión del edificio desde el sur, desde la zona de accesos, contrasta la ligereza de los volúmenes ondulantes que conforman su cuerpo escultórico, con la solidez y rotundidad de la torre de oficinas, que se asoma a modo de faro sobre el plano sinuoso de las cubiertas. Es así que, por su privilegiada ubicación y su singular presencia, el edificio está llamado a permanecer como un elemento perdurable en el paisaje de la ciudad, siendo al mismo tiempo capaz de configurar visualmente el entorno en el que se implanta.