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Con un volumen compacto y fachadas dinámicas, el proyecto propone una planta baja abierta como extensión del espacio urbano.
La transformación del litoral de poniente de la ciudad de Málaga, comenzada a principios de este siglo, ha resultado una oportunidad para incorporar nuevos equipamientos y espacios para oficinas y empresas, apostando para ello por una arquitectura vanguardista que pretende reforzar la imagen de la ciudad como uno de los centros tecnológicos del sur de Europa.
Este estudio de arquitectura, en colaboración con la ingeniería ARUP y la consultora medioambiental ACER, presentó al Concurso de Ideas convocado por la sociedad promotora un proyecto para un edificio de oficinas de siete plantas definido por un volumen compacto de acusados quiebros, y que propone una fachada altamente tecnológica en consonancia con los requerimientos solicitados por las empresas y los trabajadores que lo ocuparán.
En el frente litoral del popular barrio de Huelin, sobre un solar que vuelca a dos calles opuestas y es medianero en los otros dos frentes, se implanta la propuesta dibujando dos amplias fachadas enfrentadas que adaptan su nivel de transparencia en función de la orientación y la radiación solar. En una apuesta por reforzar los espacios para uso ciudadano, la planta baja se libera para convertirse en una prolongación del espacio urbano, planteando para tal propósito sendas entradas, a modo de oquedades, en los dos viarios.
