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Ubicado a la entrada de Puerto Banús, al oeste del núcleo urbano de Marbella, este edificio fue proyectado para albergar las oficinas de venta inmobiliaria del conjunto residencial Los Granados, que la promotora desarrolló de forma paralela a la ejecución de este edificio. El proyecto se plantea como una arquitectura singular que enfatiza el nudo viario que entronca la carretera N-340 y la avenida de Puertos Banús, diseñado a partir de elementos nobles que otorgan una cierta iconicidad a la propuesta. Además, su resolución geométrica resuelta mediante volumetrías prismáticas y piramidales refuerza la relación paisajística con la sierra de Marbella, proponiendo un perfil edificado que dialoga con la silueta de Sierra Blanca, emblema paisajístico de la franja costera marbellí.
Conceptualmente, el edificio fue concebido a partir de formas geométricas elementales, engarzadas en disposición simétrica. Dos pabellones longitudinales con cubiertas a dos aguas intersecan en un tercer pabellón de planta cuadrada coronado por una cubierta de geometría piramidal, resultando este último el volumen de mayor complejidad espacial. El acceso se produce por una de las esquinas del pabellón central bajo una pérgola sobrevolada que remarca la entrada al conjunto. La arquitectura propone una secuencia de espacios diáfanos conseguidos a partir de una estructura metálica ordenada, rematada por techos inclinados en los que se insertan lucernarios longitudinales que favorecen espacios muy luminosos bañados por la luz natural.
La construcción del proyecto se lleva a cabo a partir de tres materiales elementales como son el metal, la piedra, en este caso el mármol blanco, y el cristal, que, debido a sus altas prestaciones al incorporar control de iluminación y temperatura, hubo de importarse desde los Estados Unidos. También es destacable en las fachadas la investigación sobre las texturas del mármol blanco Macael, cuestión por la que el edificio ha recibido diversos premios y reconocimientos. El edificio Los Granados apertura una nueva etapa basada en los postulados de la arquitectura high-tech que supone una significativa renovación lingüística, aportado algunas claves de obras posteriores como la Farmacia Miramar o el Centro Comercial Málaga Plaza, construidos a primeros de la década de los noventa en la ciudad de Málaga.
