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El desarrollo edificatorio se destina en parte a actividades hoteleras y hosteleras de gran calidad, además de apartamentos turísticos y viviendas, para que tengan vida propia y sea un lugar activo productor de intercambios turísticos sobre todo de carácter deportivo, relacionado principalmente con la práctica del golf.
Además, se recogen actividades de tipo comercial y de ocio, con independencia de los equipamientos deportivos complementarios, que se ejecuten como parte de esta ordenación, todo ello conformando un modelo de desarrollo turístico, propiciado por la autoridad autonómica.
Alhaurín de la Torre es un municipio que, por su ubicación en el Valle del Guadalhorce, tiene una situación inmejorable, por su proximidad a Málaga capital, Costa del Sol, al Parque Natural Sierra de las Nieves, al desfiladero de los Gaitanes y al conjunto de embalses de El Chorro y los Montes de Málaga, y además por su fácil accesibilidad por carretera y su cercanía al Aeropuerto Internacional de Málaga.
El proceso de diseño de este proyecto de ordenación ha asumido el respeto a la morfología preexistente como una máxima a partir de la cual se adapta el proyecto al territorio. El desarrollo longitudinal de la ordenación y su vial estructurante, que absorben suavemente su desnivel permitiéndoles insertarse en el paisaje de acuerdo a la forma del relieve, y el diseño paisajístico, que cuida y complementa la vegetación autóctona, son otros de los atractivos de esta propuesta.
Comendador pretende aunar la posibilidad de un desarrollo residencial y turístico, de casi 1.000 viviendas y aproximadamente 500 plazas hoteleras, que se convierta en un refuerzo del crecimiento socioeconómico del municipio, contemplando un desarrollo fundamentado en criterios de sostenibilidad social, económica y medioambiental, orientado a una gestión global de los recursos con el fin de asegurar su durabilidad, conservando el capital natural y cultural, incluyendo las áreas protegidas, buscando que esta actuación cubra las necesidades sociales de la zona y satisfaga las expectativas económicas y las exigencias ambientales.
